¿Ya votaste?: experiencias de participación política
de jóvenes estudiantes de la UNLP.
Antonio Camou, Marcelo Prati y Sebastián Varela (coords.), La Plata: EDULP, 2018.
Agustina Luques
Becaria CONICET, IdIHCS-UNLP
El libro “¿Ya votaste? Experiencias de participación política de jóvenes estudiantes de la UNLP” estudia e invita a reflexionar sobre las particularidades que asume la experiencia política estudiantil en la configuración universitaria nacional de estos últimos años, retomando la propuesta de Pedro Krotsch, anclada en ahondar y complejizar las investigaciones sobre las orientaciones políticas y culturales de lxs estudiantes universitarixs. En la “Entrada” (o introducción) del libro, los coordinadores Antonio Camou, Marcelo Prati y Sebastián Varela, parten de una hipótesis general: “la experiencia política de los jóvenes estudiantes universitarios es fruto de un complejo proceso de socialización, individuación y subjetivación en el que se vinculan sus trayectorias personales con diferentes campos de la vida social, entre los que se destacan las lógicas propias del ámbito disciplinar (campo académico), las dinámicas específicas de la política institucional de las casas de estudio (campo político universitario) y el papel jugado por la política partidaria y socio-territorial (campo político nacional).” En los capítulos del libro indagarán los alcances de esta hipótesis, recuperando distintos planos de análisis de una investigación situada en la Universidad Nacional de La Plata a partir de diversas fuentes de información: encuestas y entrevistas a estudiantes en la institución y la realización de registros etnográficos, durante el año 2011.
La estructuración del libro recupera las principales fases de una contienda electoral universitaria estudiantil, dando lugar a un ordenamiento de los capítulos en tres secciones: una primera parte denominada “campañas”, una segunda parte denominada “votaciones” y, por último, los “escrutinios”, realizando así una analogía de esta contienda con el proceso de investigación realizado.
La primera parte, llamada “Campañas”, contiene tres capítulos que describen la estrategia teórico-metodológica, donde se profundiza en las claves conceptuales, se problematizan las categorías utilizadas y se presenta el anclaje contextual de la investigación. El primer capítulo está escrito por los coordinadores del libro, que realizan un amplio recorrido sobre los ejes conceptuales que estructuran su argumento. En principio introducen los modelos crítico-hermeneúticos y neo-institucionalistas de investigación para proponer puentes de diálogo entre los mismos, apostando a construir una mirada que contemple ambas corrientes para comprender la participación política estudiantil. Retomando los aportes de Bourdieu y Wacquant (1997), se diferencia dentro de la participación política una “doble vida” que es al mismo tiempo objetiva y subjetiva: la primera se encuentra ligada a los modos de acumulación de poder institucional, partidario y territorial; y la segunda, en cambio, al involucramiento y vivencias de lxs estudiantes, en las cuales conviven valores ligados tanto al sentido de pertenencia y solidaridad como a una lógica estratégica y calculatoria. El capítulo se estructura en cuatro secciones: en la primera, se describen distintos modelos que trabajan el problema de la socialización política, retomando así los aportes de distintos sociólogos contemporáneos -principalmente Parsons, Martucelli, Touraine y Foucault- para ampliar las miradas clásicas sobre la socialización de lxs jóvenes, comprendiéndola en relación a sus procesos de individuación y subjetivación, siendo estos tres procesos convergentes entre sí. A su vez, se retoman aportes de Bourdieu y Lahire para introducir el concepto de socialización múltiple. El capítulo también realiza un recorrido por distintas conceptualizaciones de la experiencia, retomando aportes de la sociología, en particular de Jey (2009) que la ubican como una intersección entre el lenguaje público y la subjetividad privada. Por último, se aborda la participación política estudiantil y sus particularidades dentro del ámbito universitario, delimitando desde una perspectiva institucionalizada las figuras de votante, adherente y militante que son retomadas para el análisis de datos.
El capítulo 2, “Juventud/es, estudiantes universitarixs y política” focaliza la mirada en la categoría de “jóvenes”, discutiendo una perspectiva reduccionista que la establece como un todo homogéneo, a partir de introducir aquellos estudios que comprenden a las juventudes en plural. También señala la amplitud de la categoría de “estudiantes universitarixs” al describir cómo gradualmente la producción de conocimiento deja de estar sólo centrada en el movimiento estudiantil, y se expande a partir de estudios que contemplan la experiencia del estudiante universitarix no solo a partir de su vínculo con la política. Dentro del capítulo también se realiza un recorrido por las relaciones y los alejamientos que se establecen entre ambas categorías (estudiantes y universitarios) durante la última mitad del siglo XX. Este recorrido permite ampliar la noción de participación política estudiantil asociada a la adhesión militante, para comprender la pluralidad de expresiones que encuentran actualmente. La autora propone condensar en la categoría jóvenes estudiantes universitarixs este carácter histórico, plural y contextual.
El tercer capítulo escrito por Daniela Atairo y Lucía Trotta concluye este primer segmento del libro, allí se recuperan distintas coordenadas para caracterizar a la UNLP y enmarcar los datos relevados dentro de la institución. Las autoras sostienen que la relación que establecen lxs estudiantes universitarixs con la política se construye dentro de un orden institucional, político e histórico determinado. Por ello, en primer término, se describen en clave histórica los orígenes de la UNLP como institución y las discusiones de principios de siglo XX que orientaron su conformación. Se resaltan las referidas al perfil de la institución cristalizadas en los modelos científicos y profesionalistas de universidad, y aquellas que hacen a la conformación del co-gobierno. La segunda clave de análisis es organizacional: las autoras realizan una caracterización comparando el perfil de la institución con las otras universidades del país, focalizando en la multiplicidad de variabless que la configuran como una universidad grande y con orientación científica. Por último, se realiza un abordaje del perfil político de la UNLP analizando la relación que la institución establece con el Estado nacional y, en particular, con los partidos gobernantes. Se describe cómo los posicionamientos de la institución desde el retorno de la democracia hasta la actualidad influyeron en reformas organizacionales, así como también en las relaciones de los actores al interior de la institución y con los actores externos.
En la segunda sección del libro, “Votaciones”, se analizan los datos relevados del trabajo de campo. Esta sección contiene al capítulo 4, en el cual Daniela Atairo y Sebastián Varela presentan un “Caleidoscopio universitario” sobre los resultados generales de la encuesta realizada a estudiantes de las distintas facultades de la UNLP. Lxs autorxs focalizan en las relaciones que estos establecen con la política, pero también se trabaja a partir de otras dimensiones de análisis de carácter socioeducativo y cultural. El capítulo permite explorar cuáles son las características comunes y construir un perfil del estudiante platense y las diferencias que se establecen en el enorme espectro de estudiantes de la UNLP, comparando los resultados obtenidos en las distintas unidades académicas a partir de distintas variables de análisis. El capítulo se divide en cuatro bloques delimitados según la segmentación propia de la encuesta realizada: socioeducativo, cultural, de política universitaria y de política nacional.
“Escrutinios” es la última sección del libro, y en ella se presentan las principales conclusiones de la investigación. En el capítulo 5, los coordinadores del libro profundizarán en la experiencia política de los estudiantes militantes de la UNLP, realizando primero un estado de la cuestión de los estudios sobre socialización política y, luego, un análisis de las encuestas realizadas a lxs estudiantes, comparando la experiencia de lxs estudiantes militantes frente a aquellxs que no tienen un involucramiento directo con la política universitaria y se denominarán “votantes”. El tercer apartado del capítulo tiene un lugar primordial en tanto se profundiza en las entrevistas realizadas a militantes de la UNLP. Se indaga en sus patrones de acceso a la vida política, delimitando tres grandes modelos para comprender sus trayectorias: la militancia o politización por el “legado”, a través del “conflicto” y por “contacto”. Finalmente, su última sección analiza cómo se configura la práctica política de los militantes, resaltando la tensión entre las prácticas emancipatorias y calculatorias que conviven en su experiencia y se retroalimentan. Por último, sobre el final del capítulo los autores ponen el foco nuevamente en las prácticas políticas de aquellos estudiantes “votantes”, delimitando tres perfiles para su análisis: el del “agremiado”, el del “votante medio” y el del “huérfano de la política”.
En el capítulo 6 “’Sociología para la transformación’: militancia y formación académica”, escrito por Cecilia Carrera, enfatiza en la experiencia de lxs estudiantes de la carrera de Sociología de la FaHCE (UNLP), preguntándose de qué manera relacionan su condición de estudiantes con su experiencia de militancia. Para ello recupera entrevistas realizadas a estudiantes de la Comisión de Estudiantes de Sociología (un espacio de organización conformado por estudiantes de la carrera en la facultad), profundizando en las prácticas, relaciones y significaciones que se construyen a partir de su militancia, y su especificidad del espacio frente a la militancia en agrupaciones estudiantiles. Retomando el concepto de “comunidad de práctica” desarrollado por Lave y Wenger (1991), se recuperan las experiencias colectivas que ellxs asocian a la política (y que caracterizan como “experiencias de organización”) y a su formación como sociólogxs. La autora concluye que es posible pensar a las prácticas de militancia como recursos de la formación universitaria.
El séptimo capítulo se titula “Acá no se discute, esto es folklore..!”, haciendo alusión a una de las tantas frases que Malena Battista, Laura Lugano y Ana Santilli Lago recuperan del trabajo de campo realizado en las elecciones estudiantiles de la UNLP. Las autoras ahondan en clave etnográfica en los procesos de campañas, votaciones y escrutinios, así como también en implicancias de estos procesos para lxs militantes estudiantes y sus representaciones sobre qué es la militancia y sobre el resto de lxs estudiantes no agrupadxs. De esta forma, se reconocen diversas representaciones o imaginarios sociales en los discursos de lxs militantes, y se analiza cómo éstos dan forma a distintas estrategias y prácticas observadas durante el proceso de elecciones que ponen en tensión los sentidos construidos sobre la militancia.
El capítulo 8 escrito por Lucía Trotta, Paola Santucci y Yamila Duarte indaga en las relaciones establecidas entre lxs jóvenes universitarixs con las nuevas tecnologías, los medios de comunicación y otros espacios de socialización, enfatizando entre ellos a las instituciones universitarias. Los datos de la encuesta realizada en la UNLP se contraponen con datos similares relevados a nivel nacional que enfatizan en los consumos culturales de lxs jóvenes, y a partir del análisis realizado las autoras abordan las siguientes preguntas: ¿Lxs jóvenes universitarixs platenses tienen una cultura estudiantil distintiva del resto de lxs jóvenes o bien participan de una cultura juvenil que trasciende su condición estudiantil? ¿Qué dimensiones resultan relevantes para complejizar una mirada homogénea del universo estudiantil? Y, por último, ¿qué relaciones pueden establecerse entre ciertos estilos o perfiles derivados de las prácticas culturales con la participación política estudiantil? El capítulo constituye un aporte fundamental para comprender la socialización de lxs estudiantes desde una mirada actual, al considerar cómo la tecnología y los medios de comunicación ocupan un lugar cada vez más notorio en este proceso.
El noveno capítulo, realizado por los coordinadores del libro, se plantea como su “Salida” presentando algunas conclusiones generales. Se recupera la hipótesis planteada al comienzo a partir de un exhaustivo análisis de datos referidos a la experiencia política de lxs estudiantes, en clave sincrónica y diacrónica. Sus conclusiones finales presentan a la representación política estudiantil actual con distintas rupturas y continuidades con la política nacional, y ponen en discusión la hipótesis de “reactivación” de la participación política de los jóvenes de los últimos años. Los autores resaltan que existe un interés importante por la política entre lxs jóvenes, pero que este no se traduce en participación efectiva, y que a su vez existe una acentuada falta de credibilidad en el sistema político y los medios de comunicación actuales.
En la medida en que se avanza en la lectura, se puede observar cómo la articulación realizada por lxs autores de los distintos capítulos en torno a una pregunta común, lejos de caer en redundancias, deriva en múltiples miradas que se complementan y enriquecen entre sí. De esta manera, se analiza el involucramiento político de lxs estudiantes en la Universidad durante los últimos años, discutiendo con el imaginario que sitúa a la participación estudiantil desde un lugar estático o sacralizado, e invitando a pensar la misma desde su complejidad, al desentrañar las prácticas y los sentidos que comúnmente se le atribuyen. Siendo que gran parte de quienes habitamos la Universidad pública coincidimos en que son necesarias transformaciones que actualicen sus sentidos, y teniendo en cuenta el rol que lxs estudiantes ocupan particularmente en la vida política de las universidades en nuestro país, profundizar en las configuraciones propias de la experiencia estudiantil actual constituye un aporte fundamental para avanzar en este desafío.
Referencias bibliográficas
BOURDIEU, Pierre y WACQUANT, Löic (1997). Respuestas por una Antropología Reflexiva, México: Grijalbo.
JAY, Marín (2009). Cantos de experiencia. Variaciones modernas sobre un tema universal, Buenos Aires: Paidós
LAVE, Jean y WENGER, Etienne (1991). Situated learning. Legitimate peripheral participation. Cambridge: Cambridge University Press.